Las ciudades de todo el mundo optan cada vez más por proyectos de iluminación LED para su alumbrado público. Sin duda, una elección inteligente que está llevando a muchos puntos de España a sustituir los sistema de alumbrado público convencionales por los de LED. Esta tecnología puntera se está convirtiendo de un tiempo a esta parte en una medida frecuente por parte de las diferentes administraciones, tanto de grandes urbes como de municipios de menor población y extensión. Y es que los numerosos beneficios que ya te hemos contado en numerosas ocasiones en IFL Lighting que la iluminación LED tiene para el alumbrado público está provocando la tendencia sea cada día más la de la conversión al LED. Estas luces LED para las calles tienen como principales ventajas la seguridad, la eficiencia energética y, cómo no, el ahorro económico.
La tecnología LED es una alternativa muy segura
Desde una perspectiva de seguridad del motorista y del peatón, el alumbrado público municipal uniformemente distribuido de tecnología LED proporciona una visión más clara del camino a recorrer. La calidad de la iluminación LED es una mejora muy sustancial de la iluminación tradicional. La generación de luz en los accesorios LED se caracteriza por un índice de reproducción de color más alto que se asemeja y mucho a la luz natural. Esto se traduce en una mejor iluminación para carreteras y aceras. Las luminarias LED con diferentes patrones de emisión de luz pueden mezclarse y combinarse para dispersar una iluminación uniforme, eliminando así las manchas oscuras y las sombras comúnmente atribuidas a otras fuentes de luz tradicionales.
Elegir LED supone un ahorro garantizado
Las ciudades obtienen ahorros económicos y de costos 100% garantizados al adaptar su alumbrado público a la iluminación LED. Se estima que las inversiones iniciales se recuperan en menos de dos años, así como una disminución de los gastos en servicios públicos y de los gastos de mantenimiento. Las luces LED modernas generalmente tienen una entrada de energía un 50 por ciento más baja que los accesorios tradicionales de alumbrado público con el mismo rendimiento de luz. Además, la iluminación LED tiene una vida útil notablemente más alta que luces con tecnologías anteriores, pues puede tener una duración que va desde 50.000 a 100.000 horas sin ninguna degradación en la calidad de la luz.
La iluminación LED tiene una huella de carbono muy reducida
El menor consumo de energía y de costos operativos que tienen como consecuencia el hecho de adaptar el alumbrado público a la tecnología LED equivalen a una menor huella de carbono, por lo que representa la opción ideal para las ciudades que buscan soluciones ambientalmente sostenibles. La función de control de luz superior de los accesorios LED evita la iluminación de lugares innecesarios o equivocados. Los municipios también pueden llevar a cabo el uso racional de la luz con las farolas inteligentes de LED, siendo posible atenuar la iluminación en ciertos momentos cuando hay menos peatones y automovilistas en las calles así como volver a una iluminación completa en cuestión de segundos cuando aumente el tráfico de viandantes y de automóviles.
Es fácil ver por qué más ciudades que nunca están adoptando su alumbrado público a la tecnología LED, y por qué la tuya debe considerar hacer lo mismo si es que todavía no lo ha hecho. Ponte en contacto con los profesionales de IFL Lighting, una empresa de iluminación LED pionera en esta materia y con una larga experiencia en el sector. Te explicaremos sin compromiso cómo las farolas inteligentes y los proyectos de iluminación LED para ciudades pueden afectar y mejorar la vida cotidiana de sus ciudadanos.
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